Hubo un camino en el desierto de Atacama que lo transité 5 veces. Eran 60 km de ruta que unían Copiapó, con el Aeropuerto Desierto de Atacama.
La primera vez fuimos con Lu desde Copiapó a Bahía Inglesa, una playa hermosa, siguiendo nuestro viaje hacia el Norte y sin pensar que volveríamos a pasar por allí. En el camino vimos una montaña que tenía escrito con piedritas bien grande, una propuesta de matrimonio. Nos llamó mucho la atención, nos parecía super romántico – ¿que anillo ni anillo?, a mi dame una montaña! –
En Bahía Inglesa no se por qué nos agarró un ataque de risa y no parábamos de reirnos, estábamos felices.
La segunda vez que lo transité ya no estábamos felices, unas horas más tarde regresábamos a Copiapó para que Lu compre el pasaje para regresarse a su casa, de forma inesperada. Estábamos estupefactas, como que no entendíamos qué pasaba. Ya ni miramos la montaña.
La tercera vez que pasamos por la misma ruta fue llevando a Lu al aeropuerto al día siguiente. No miramos la montaña.
La cuarta vez fue regresando del aeropuerto yo sola a Copiapó para pasar allí la noche porque ya conocía el lugar. Muerta de miedo. Con lágrimas en los ojos. Sola en la ruta del desierto, en La Gorda. Ya no tenía a mi amiga de copiloto (la mejor del mundo), entonces tuve que preparar algunos cds uno al lado del otro, para poder cambiarlos cuando se terminaran. También senté al lado mío un muñequito de un jugador de basquet que me gustaba y que era como mi amuleto.
La quinta vez fue luego de haber pasado mi primer noche sola en la kombi, en una estación de servicio. Me preparé los cds, el muñequito, la cámara de fotos y unas galletitas para comer por si me daba sueño (comer me despertaba). Y esa vez sí miré la montaña, y manejando la kombi (que no es fácil con una sola mano), logré sacarle una foto a la propuesta de matrimonio en la montaña, para después mandársela a Lu. Al final creo que nunca se la mandé. Pero la intención valió.
*¿Qué es Veo Veo? Es, ante todo, un juego, una excusa para conocer lugares de la mano de otros viajeros, contarnos historias, viajar aunque no tengamos la oportunidad de hacerlo, encontrarnos. Se realiza una vez al mes y las temáticas se eligen en el grupo Veo veo en Facebook, y por medio del hashtag #VeoVeo en Twitter y otras redes sociales. ¿Querés jugar? ¡Veo veo! ¿Qué ves?
